Segunda entrada dedicada a un álcido, probablemente el más conocido y simpático de la familia. Con ese aspecto de payaso sonriente, produce reacciones de ternura a quien le contempla y tiene la suerte de disfrutar de sus comportamientos y colores.






A pesar de su aspecto estamos ante un ave con un marcado carácter, es un verdadero luchador de hábitos gregarios, se reúne en abigarradas colonias que crían en túneles excavados en la tierra.








Todas las imágenes de la entrada están realizadas en las Islas Farne y en la isla de May en U.K, el mar del norte es un lugar muy bueno para poder observarlos, con cantidad de empresas que se dedican a flotar embarcaciones a estas islas.





Muy abundante en todo el mar del norte, en España no nidifica pero es habitual invernante, como ocurre con el Arao prefiere el norte especialmente Galicia, Asturias y Cantabria. También abundante en el mediterráneo donde es fácil observarlo a unos kilómetros de las costa, en alta mar.








Es característico identificarlo con un nutrido ramillete de pescado en su pico, es la ceba para las crías que aguardan bajo tierra.









Las colonias tienen una alta actividad, con un continúo ir venir de aves del mar a tierra con las cebas, sufren frecuentemente el rapiñeo por parte de las gaviotas, les acosan en vuelo y en tierra para robarles el pescado de sus picos.





Estas fornidas aves tenían una estrategia para evitar a las gaviotas, consistía en realizar vuelos en circulo a gran velocidad, hasta encontrar el momento idóneo para poder hacer la entrada al nido. No siempre lo consiguen.





Un tamaño rechoncho y alas cortas dan un aspecto a esta ave de pseudo-vulnerabilidad, cuando puedes verlos en acción todo cambia. Potente aleteo y rapidísimos en vuelo, en tierra la cosa cambia y se muestran algo más torpes.








Toda una experiencia observar sus comportamientos, te ganan estas aves tan hermosas, tenaces, fuertes, con carácter y sus sonidos tan característicos. Una experiencia muy recomendable y facilmente realizable.







Se considera esta especie como de interés especial, y como mayores enemigos tienen el enganche con redes y aparejos de pesca, la sobre explotación de pesca y los vertidos al mar, especialmente de crudo al limpiar las bodegas las embarcaciones en alta mar, a pesar de estar prohíbido.